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Balance

Esta sin duda es de esas palabras que todas quisiéramos aplicar en todos los aspectos de nuestra vida, sin embargo, por más que la meta sea llegar a este punto, puede ser muy retador, largo y lleno de altibajos el camino, no nos rendimos y seguimos en la carrera por lograrlo.

Hace unos días hablé con una de ustedes sobre el positivismo extremo que consumimos en redes todo el tiempo y el efecto inverso que nos puede llegar a causar, obviamente hay un contenido positivo (en su justa medida) que es interesante e inspirador, pero cuando todo el tiempo te dicen que nada va a estar mal o te exiges una actitud poco realista en determinadas circunstancias, al final más que esa milla de motivación extra puede ser excesivamente frustrante, ¿no les parece?

Precisamente vamos a hablar sobre el tema de los niños y las mil perspectivas sobre su educación, aspectos de los que  más información se encuentra por doquier hoy en día; desde la abrumadora pero hermosa crianza respetuosa, el desarrollo de la libre personalidad, el método Montessori, cómo incentivar la independencia de los chiquitines, etc. ¡Ufffff puede llegar a superarnos!

Must es un espacio de libre opinión, este no es un ensayo ni una investigación, no está basado en datos científicos, es simplemente un lugar seguro en donde mujeres reales podemos expresarnos desde nuestra experiencia propia o de la que vemos en las demás, es justamente por eso que este artículo no es  una crítica, es un debate para que compartan sus opiniones y alimentar nuestros puntos de vista.

Hace unos días la mayoría en Instagram votó para que pusiéramos sobre la mesa este tema de la educación de los niños y la influencia de las redes, contenido que habíamos abordado con mis amigas en un grupo y del que surgieron muchísimas opiniones, una conversación sumamente nutrida que me inspiró a escribir esta entrada.

Quiero empezar compartiendo la inquietud que planteó una mujer increíble con tanto por decir, no quería dejar pasar su reflexión poderosa, Diana Tamayo nos compartió con su tono único y elegante estas líneas, así que es un mini homenaje a una de mis mejores amigas compartirlo con quienes lean este blog:

Siento que somos afortunados de nacer donde nacimos y de ser criados como nos criaron, nos quejamos muchas veces de lo fallidos que somos social y culturalmente, pero poco rescatamos el valor concreto de muchas cosas sutiles pero profundas que hacemos como colombianos.

El trato en general que nos inculcan sostener hacia los adultos (padres, tíos y demás familia) me parece de un valor tremendo, ese gesto de responder “señor o señora” para responder a los mayores cuando nos alertaban o nos necesitaban para algo, me parece bellísimo, no desde una perspectiva de autoridad y de jerarquía, sino quizás porque en el fondo reposa un respeto y un entendimiento de que, quien nos habla tiene mucho por decirnos desde su amor y bajo la luz de su experiencia y sabiduría adquiridas a lo largo de su vida.

Igualmente el sencillo gesto de decir “por favor» y «gracias”, es también un bálsamo para ese vínculo padre/madre-hijo/hija, pues si bien como adultos asumimos por antonomasia la voluntad de cuidar de quienes hemos parido, no deja de ser valioso que los niños/as aprendan a pedir amablemente las cosas que requieren, quizás como irradiando un entendimiento de que aunque somos madres/padres, hacemos lo que hacemos con unas mochilas enormes de responsabilidades físicas y emocionales, y por lo mismo, dar las gracias por esa infinidad de gestos automáticos, tácitos u obligatorios, reconoce el valor de quienes nos cuidan y hacen lo que hacen por nosotros, pero quizás en el fondo enseña a reconocer a través del agradecimiento que somos amados y privilegiados de tener los que tenemos.

Aquí en esta parte del mundo en donde vivo las cosas son de otro modo, para mí es un modo cuestionable y desapacible. En general veo un determinismo cultural de una niñez/juventud que poco valora lo que tiene en términos humanos y materiales, es una generalidad, habrá excepciones pero obviamente es algo que he podido vivenciar de la experiencia con algunos niños que veo, son fríos afectivamente, poco valoran las cosas que se les dan, no piden las cosas con gentileza y mucho menos dan las gracias, y luego en la particularidad del ser hijos de padres separados surgen otro tanto de vacíos y comportamientos que resultan bastantes retadores.

De aquí nacieron intervenciones importantes y por eso me pareció oportuno tenerlo en el blog porque es un tema que nos concierne a todos. La educación de nuestros niños es un acto de responsabilidad social que comienza en casa, a veces el romanticismo que implica volvernos padres nos aleja un poco de esta realidad y es que el compromiso de la paternidad es principalmente social, claramente en adición a  educar personas responsables con su propio bienestar y el de su entorno. 

Siempre pienso en un ejemplo que salió en otra charla en la que una mamá le decía a otra que tenía que cuidar mucho a su hijita porque el mundo estaba muy dañado y había “manes” muy peligrosos, ella le respondió que

ella como mamá de un niño, tenía que asegurarse de entregarle a la sociedad un hombre íntegro con valores tan fuertes que fuera gestor y agente de cambio en una futura sociedad segura e inclusiva.

¡Wow!

Parto de esto porque creo que es el principio, si todos arrancáramos de ahí sería muy diferente: hay un mínimo de modales y educación básica que inicia desde el ejemplo y la razón. Los niños vienen con una programación mental impresionante “nacen con otro chip” (perdón lo tía jajaja, pero es verdad) su cerebro ha evolucionado y es por eso que la educación de antes es en algunas cosas obsoleta, porque así como cambian los tiempos y las personas, también cambian los métodos.

En mi opinión, hoy en día los niños deberían ser educados desde el sentido común y el razonamiento.

Los niños de hoy no son como éramos nosotros que nos sentaban de un pellizco y “porque sí” “porque yo soy su mamá (papá) y yo digo”, los desafíos de la crianza hoy vienen precisamente porque ellos nacen en una época, en la que los que son sus papás son quienes han hecho un cambio enorme en la sociedad; los llamados millennials que han roto paradigmas y renovado reglas, por lo que la manera en la que educamos tiene muchísimo sentido y todo que ver con esta disrupción que nosotros mismos hemos provocado, de ahí el tema de las redes sociales pues son nuestro diario vivir y por consiguiente una herramienta de educación que puede ser un arma de doble filo. ¿Pero depende del niño o del adulto? esa es la verdadera pregunta.

Otro tema que quisiera sólo mencionar (le quiero dedicar un próximo blog a cómo es crecer sin figura paterna, comenten porfa si les interesa), es que hay una creencia colectiva de carácter social, religiosa o cultural, de pensar que un niño es «bien educado» o no, porque crece en una familia “funcional” y sí, ¡obvio!, es más fácil unir fuerzas entre dos personas, pero de verdad que no es una garantía. Sobre todo hoy que hemos abierto un poco más la mente y encontramos mucha diversidad al momento de conformar hogares, ahora, hay mucho más estrés en esos esquemas donde los padres están juntos por los hijos y no por unión real, libre y amorosa de dos adultos que lo deciden, ¡Demasiado tema!

Ni un niño es más educado por vivir con papá y mamá juntos, ni es menos respetuoso por vivir sólo con mamá y teniendo un padre presente pero no bajo el mismo techo, ni va a ser un grosero por crecer sólo con la mamá o sólo con el papá.

Creo que va más allá de todo esto, pero está claro que es cuestión de adultos, no de niños. 

Retomemos el tema principal, es muy importante que tengamos en cuenta el contexto de nuestro mundo hoy; la liberación de las mujeres, la lucha por la igualdad, entre muchos factores, hacen que en la mayoría de los casos, seamos mamás que guerrean en trabajos y jornadas iguales a los papás (igual en el caso de una familia conformada por dos mamás, donde no es un juego de roles ni de género), no solamente porque hoy en día la realización de muchísimas mujeres no es sólo tener un hijo (e incluso no tener), es lograr el éxito profesional, cargos altos, ser empresarias, etc… también porque nuestro contexto económico en muchos casos, exige que la mamá también salga a conseguir el sustento de la familia para poder subsistir, lo cual nos lleva a inevitablemente una realidad que no es mala, ni es buena, it’s a fact:

Los niños crecen menos acompañados que antes,

no significa que la red de apoyo de los abuelos, tíos, etc. no sea genial, es diferente. 

Al suceder esto y con el positivismo extremo a flor de piel, nos generamos una presión adicional que es ¡tenaz! pues tenemos que ser las súper empresarias, súper esposas, súper robotinas y obvio súper mamás, pero el tema es que en la vida real el cuento es otro, así que ¡liberémonos de esta presión ya!

En realidad el tiempo no alcanza, el ritmo no da tregua y las ganas se pueden agotar ¡y es válido! siento que como consecuencia, es natural que los padres quieran complacer a sus hijos de formas más «materiales» que afectivas para llenar esos vacíos recreativos y de calidad de tiempo, que son nuestros principales retos hoy, porque no tenemos la disponibilidad anhelada para estar “presentes” y muchas veces la solución es recurrir a la tablet, el celular, tv, etc. ó satisfacerlos con cosas para equilibrar esa ausencia, no lo juzgo, de hecho sería muy caradura porque no lo he vivido, pero sí lo he visto y creo que inevitablemente es un punto de encuentro de todos como padres hoy en día.

Por eso me inclino a que no satanicemos las redes ni los recursos tecnológicos, más bien saquemos provecho y enseñemos su uso desde la razón, los niños entienden todo, por eso la razón, para mí, es la base de todo, porque podrán tener confianza para analizar qué es bueno y qué no, seguro que un niño que aprende a discernir y escoger será alguien que podrá construir una personalidad preparada para enfrentar un mundo competitivo y audaz. 

Es mejor mostrar, acompañar y compartir con ellos lo que el mundo les va a dar de primera mano, para que puedan tener carácter, porque no podemos tapar el sol con un dedo, es la realidad a la que se enfrentarán en cualquier momento.

Es como si en nuestra época todos nuestros amigos de la cuadra estuvieran jugando a las escondidas y nos hubieran obligado a quedarnos en la casa a ver series o navegar en tiktok, es exactamente igual sólo que a la inversa, ¡Cuéntenme qué piensan!

Dicen que lo que los niños no aprenden en los primeros 5 años en términos afectivos y emocionales, difícilmente podrán desarrollarlo en una edad mayor, toda esta información nuestros padres no la tenían a la mano, por eso creo que tenemos una ventaja enorme de poder contar con muchísimas herramientas para aplicar hoy en nuestros hogares. 

De nuevo recalco, la parte más importante de decidir tener hijos es garantizarle a la sociedad que formaremos seres humanos con un mínimo de respeto y amor por el otro, ese amor por el prójimo que es incluso cursi, que ayuda, que cumple sueños sin pisar a nadie, esto justamente es lo que no creo que se ha perdido, tal vez se ha modificado, de pronto hoy no se demuestra con las mismas palabras de nuestra época, pero no significa más que un acople.

Culturalmente somos un país de muchos protocolos y adornos, posiblemente los que trabajan con personas de otras nacionalidades saben a lo que me refiero; por esto creo que nos enfrentamos a unas modificaciones interesantes que van más allá de modismos y lenguaje.

Termino con este último aporte de Tamis que me parece sublime y el cual comparto 100%, de nuevo me parece clave entender que razonar es la primera parte en la que debemos profundizar más, enseñemos a nuestros hijos nuestra vulnerabilidad, esto es absolutamente necesario y además es reconfortante:

Todo este asunto también me ha hecho tener un pensamiento profundo acerca del vínculo que se establece entre padre/madre-hijo/hija, obvio no es un cuestionamiento ni un juicio, porque no soy madre y en general no me embargan muchos deseos de serlo, pero me preguntaba si ¿Será posible concebir maternidades/paternidades en las que los hijos también aprendan a tomar conciencia y empatía sobre las fragilidades, límites y/o necesidades emocionales de sus padres/madres?, o sea entiendo que como respuesta orgánica y biológica, los padres/madres están ahí siempre para darlo y dejarlo todo por sus hijos/hijas, pero no se crearían vínculos más saludables si nuestros hijos también comprendieran que a veces también estamos mal, que necesitamos parar, que no podemos estar al cien por cien constantemente, y que cuando no cumplimos o lo hacemos parcialmente, no es porque no les amemos sino porque parte de nuestro autocuidado también se reflejará favorablemente en ellos.

¡Tremendo!

Es un tema profundo y extenso que queda inconcluso, pero no las hago leer másNos quedamos cortas y seguramente se nos quedan muchos aspectos por fuera que abordaremos en otra parte si lo quisieran, compartan porfa cómo han hecho con sus niños, qué les permiten, si no tienen hijos qué creen que harán; sus comentarios serán puntos a tener en cuenta.

Gracias por leer y por estar siempre para Must. 

4 Comments

  • Zaileq Karina Díaz Mora dice:

    Hola Lina. Me encanta todo este tema. Como mamá, mujer y sobretodo como persona q a diario se reciben puntos de vista de diferentes maneras y de diferentes personas. Aveces no comentarios u opiniones de la manera adecuada y todo el tiempo me siento con ciertas frustraciones, pensando “enserio estoy haciendo mal mi tarea y labor como madre” pero con el tiempo he aprendido q todos vemos las situaciones de diferentes maneras y nuestro diario vivir no es el mismo, pero te digo algo. De lo que si estoy segura es que enseñar, fomentar y dar ejemplo de las cosas más simples y básicas son el mejor camino, por ejemplo dar mucho amor, comprensión, y fortaleza porque los niños hoy en día tienen un poco más de la exigencia del q dirán, de este tema de apariencias.m, la competencia del que más tenga o consiga. Pero cuando inculcamos lo básico desde casa y los fortalecemos nosotros mismos como padres estamos saliéndonos de los lineamientos que nos traza la misma sociedad con sus avances, en mi caso para mi es importantísimo que mis hijos saluden, se despidan, tengan algo de cortesía y gratitud con el entorno.

    • Lina Bustamante dice:

      Gracias por comentar. Es increíble recibir estos puntos de vista de ustedes que son madres y autoridades reales del tema, me encanta tu punto sobre la simpleza y el amor con el que has elegido criar, creo que ahí está la diferencia, te aseguro que tú papel como madre es especial, único y demasiado meritorio ❤️‍🔥 lo estás haciendo genial.

  • Viviana Ochoa dice:

    Quiero empezar agradeciendo a la escritora por tocar un tema que sin duda a las mujeres que son madres o que soñamos con serlo nos interesa .
    Yo voy hablar desde mi PoV , desde mi experiencia como hija , porque opinar sobre cómo debe o no ser la crianza es un poco atrevido sin ser madre. Por mi parte crecí en un hogar amoroso , muy trabajador y con temas internos de familia como cualquier otros que pudieron ser manejables en el proceso. Crecí con padres empresarios muy trabajadores y si muchos pensaran, “esta fue criada por la empleada y el conductor” y aunque si tuvimos siempre alguien quien estuviera a nuestro lado cuidándonos, siento que mi crianza y la mujer que soy hoy se la debo totalmente a mis padres . tal vez no tuve una mamá que me cocinara todos los días y tal vez un padre que me enseñara a tocar guitarra . Pero tuve todo el amor y la Educacion de dos seres humanos que a pesar de ser conservadores creyeron desde el min uno en la independencia y la confianza que se les puede dar a un hijo. Mi mamá y mi papá a pesar de haber crecido en un hogar conservador , me dieron la posibilidad de hablar abiertamente de temas que ni ellos creyeron capaces de tocar y eso para mi fue la mejor manera de forjar mi personalidad. yo base mi vida con frases que que se me quedaron para siempre “ cada uno premia su vida” .
    Por otro lado quería tocar otro tema que también creo que me gustaría desmentir, Nací en un hogar paisa donde la espontaneidad es natural y donde se supone que por ser “paisas“ somos “amables” , etiquete que desvirtúa la formación de dos seres humanos , si tal vez la espontaneidad es natural , pero fui criada en muchas ciudades diferentes en donde supe como adaptarme por ser una niña con valores. Estos dos ejemplos los comparto porque personalmente no todo lo que se escucha o se dice es un absoluto. Ni ser criada por padres trabajadores “ausentes”, ni haber nacido en una familia de una región específica , mi hizo ser o no una niña con modales .

    Creo fielmente en que no se necesita estar 24/7 con los hijos para que sean criado con valores, modales y principios, creo en los momentos de verdad y de calidad que se tenga con tus hijos donde como ejemplo tu como padres seas un gran modelo.

    Me extendí pero en realidad es un tema que hoy nos toca más que nunca para saber cómo proyectarme como madre .

    Gracias ☺️

    • Lina Bustamante dice:

      Gracias por comentar y por siempre compartir sus puntos. ¡En la variedad de ver la vida está el placer! Para mí, su crianza ha sido ejemplar porque no tendría el grande resultado de la mujer espectacular que es, sera inspiración para su maternidad y creo que esa es la clave, coger todas las cosas que son positivas y aplicarlas y mejorar las que consideramos tiene espacio de cambio, los padres siempre hacen las cosas desde el amor, creo que ese es el punto que más hay que recordar.

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