Los famosos 40 días… y mi experiencia como mamá de Tomás 🩵
Hoy se cumplen 40 días desde que nació Tomás.
Los famosos 40 días… esa “dieta posparto” que las mamás suelen mencionar y que ni ellas 🙊 saben realmente qué significa. ¿Ustedes la tuvieron en cuenta, o la tendrán?
Yo les digo que siiiii, ahora que estoy aquí, respirando este cierre simbólico, sólo puedo pensar que este ha sido el viaje más intenso e increíble que he vivido.
Dicen que estos primeros días son clave; aunque suene a mito, ahora lo entiendo. Y no porque el día 41 pase algo mágico, sino porque el cuerpo, la mente y el corazón empiezan a entender y aterrizar una transformación que no se parece a nada que haya vivido antes.
Antes de seguir, les quiero decir algo: ¡no duden en compartir este texto con sus parejas! De verdad, es muy bonito e importante que ellos conozcan todo esto que les voy a contar.
También quiero dejar algo claro, muy claro:
Este es mi proceso. Sólo mío.
No es una regla. No es una guía. No es “lo que debería pasar”.
Si una mano es diferente de la otra, si en una misma mujer dos embarazos son completamente distintos, ahora imaginen compararnos entre mujeres… ¡imposible!
Mi historia no es la de nadie más, pero sí representa una realidad que muchas vivimos. Lo sé porque hice una investigación juiciosa y encontré que sí hay una mayoría que compartimos experiencias muy similares. Sin embargo, habrá muchas que no se identifiquen, y está genial; muchas que sintieron cosas súper diferentes o no sintieron nada más que felicidad. De hecho, me encantaría que cuenten en los comentarios su experiencia.
Comencemos con un poco de contexto real de lo que pasa en el cuerpo tras tener a un bebé para poder ir entendiendo:
💛 El útero tarda aproximadamente 8 semanas en volver a su tamaño.
💛 Los tejidos internos necesitan al menos 3 meses para reorganizarse y cicatrizar.
💛 El piso pélvico puede tardar hasta 1 año en recuperar su fuerza (y depende muchísimo de ayudarlo con ejercicio).
💛 Las hormonas se estabilizan entre 3 y 12 meses (sí, por eso una llora, ríe y se pone histérica en un mismo minuto).
💛 El cerebro materno cambia su estructura y continúa reorganizándose por hasta 2 años.
💛 El corazón emocional… ese no tiene fecha. Ese camina a su propio ritmo.
Así que sí: se cumplen 40 días.
Pero la recuperación real no dura 40 días. Y la transformación, mucho menos.
Pero igual me pareció bonito (y eso que yo soy cero así) ese simbolismo ancestral de nuestras abuelas, y por eso hoy quise que fuera especial para mí, me hice un baño con hierbas medicinales, hice una oración especial para agradecerle a mi cuerpo por ser tan poderoso, me llené de amor contemplando a mi bebé (no lo quiero soltar ni medio segundo), y literalmente recomiendan no hacer nada, en mi caso nada es agradecer y escribir (que es mi manera favorita de canalizar).
Regresar a casa… y lo que me movió por dentro:
Quería contarles muchas cosas y para iniciar este artículo me pareció lindo compartir esta historia.
Esta semana regresé a mi casa después de casi 40 días de estar donde mi mamá que cuidó de nosotros con una entrega sin igual. Aún así yo imaginaba el momento perfecto: los tres juntos, en nuestro espacio, en nuestra vida, volviendo a la realidad de nuestras rutinas y una nueva convivencia.
Pero esa primera tarde… fue durísima para mí. El clima no ayudaba y mi mente estaba igual de nublada. Y no, les juro que no es drama ni exageración: es mi verdad.
Sentí mucha nostalgia.
Sentí ansiedad.
Sentí ese huequito en el pecho que no sé explicar, porque además yo nunca había sentido cosas similares.
Lo primero que hice fue culparme, porque yo deseé esto con toda mi alma.
Porque miro a mi bebé y siento un amor que me desborda. Pero… ¿cómo pueden convivir el amor más grande y la angustia más inexplicable?
Gracias a Dios, en el fondo siempre lo he entendido y por eso he tratado de ser compasiva conmigo misma, a pesar de que también me suelo dar mucho palo. Mi cuerpo sigue sanando, mi mente sigue vigilante y mi corazón está aprendiendo a ubicarse en esta nueva realidad.
No es debilidad.
No es “estar hormonal”.
Es posparto.
Es humano.
Es el poder femenino moviéndote fibras que no sabías que tenías.
¡Les juro que la mente no se apaga!
Parte de la transformación del cerebro de una nueva mamá (hablo específicamente de la mujer porque es mi caso pero lo que sucede en el cerebro del nuevo papá también es increíble y notorio, es perfecto todo esto wow) es que, según investigaciones (Nature Neuroscience, 2016), se reduce la materia gris en áreas relacionadas con la empatía, la teoría de la mente y la lectura emocional. Es literalmente una poda neuronal, un refinamiento que nos vuelve más intuitivas, más eficientes y más protectoras.
También se fortalece lo que los científicos llaman el “circuito de supervivencia”, con mayor actividad en:
- la amígdala (alerta y protección)
- el hipotálamo (instinto)
- la corteza prefrontal medial (decisiones emocionales)
Por eso el posparto para muchas de nosotras puede verse como:
- hiperalerta
- sensibilidad intensa
- ansiedad protectora
- reactividad emocional
Es biología pura. No es “estar hormonal”. Es un sistema completo reconfigurándose para cuidar una vida.
El cerebro en posparto entra además en un estado de plasticidad neuroquímica especial: crea nuevas conexiones, fortalece rutas de aprendizaje rápido y hace más sensibles los circuitos de recompensa y motivación. Por eso aprendemos a cuidar a nuestro bebé a una velocidad impresionante, incluso si es la primera vez. Y por esa misma reorganización, muchas mujeres sienten que “apenas están volviendo a sí mismas” meses después.
No es percepción: es real.
Es un rediseño profundo del cerebro que puede durar años.
Así que sí… eso de “duerme cuando el bebé duerma”… ojalá. La realidad es que la mente sigue en modo vigilancia total: despierta, organizando, anticipando.
Y entre tanta magia, también hay caos. Y entre tanto caos… también hay magia. Sólo que una magia distinta, menos instagrameable y más real.
A veces quieres extra contención, no una mirada que te juzgue o un silencio incómodo. Además estás lidiando con un dolor físico al mismo tiempo, quieres sanar urgentemente eso que duele para poder estar un poquito mejor. Quieres ser tú misma, quieres que no te digan “te dio duro”; no, no es así: me dio normal.
No quieres explicar lo inexplicable: lo que se siente no tener más a tu bebé en tu panza… ufffff.
Recibes todo el cariño, pero igual puedes sentirte sola por momentos. Te cuesta delegar porque una parte tuya cree que sólo tú o el papá, saben hacer las cosas.
Y para mí todo esto tiene que ver con la historia de cada una.
Cada mujer es un libro complejo, con capítulos felices, otros difíciles, heridas, fortalezas, miedos, creencias, aprendizajes, anhelos, expectativas…
Yo creo que, por mi vida y por muchos factores que me han marcado, soy una mamá gallina, muy protectora, muy pendiente, muy encima.
Y tal vez por ese mismo motivo esta experiencia ha sido exactamente como ha sido para mí: intensa, sensible, profunda y muy transformadora.
No porque esté “mal” o “bien”, ni porque sea “demasiado”, sino porque es coherente con quién soy.
Y también creo que porque mi maternidad no nació de lo inesperado: nació de mi historia y del deseo inmenso de ser mamá tras haberlo buscado tanto. Por eso creo que cada una vive su posparto desde lo que ha sido, lo que ha sentido y lo que la ha construido.
Los duelos silenciosos
Nadie te prepara para esto:
La mujer que eras ya no está.
Y la nueva… todavía no sabe quién es.
Entre esas dos versiones se mueve un mar de emociones que nadie ve.
Hoy entiendo a todas las mamás.
Hoy entiendo por qué no existen “formas correctas”. Cada quien hace lo que puede, como puede, con el corazón.
Con toda mi humildad lo digo: me arrepiento de haber creído alguna vez que existía una manera ideal de maternar. No existe.
Pido perdón por haber juzgado a alguna mamá por hacer x o y cosa. Puede hacer sentido o no para mí, pero absolutamente todas lo hacen increíblemente bien. La crianza de cada una es 100% respetable y personal.
Y luego está el ruido… ay, el ruido
La sobreinformación es brutal:
Las redes, las “mamitas influenciadoras”, los consejos gratuitos (muchos desde el amor, claro, y esos sí son bien recibidos).
Pero la mayoría… enreda.
Mi consejo (jaja contradictorio diciendo que no reciban consejos pero este es útil y honesto en serio):
Sigan cuentas de profesionales reales, verificadas. Por favor sigan al pie de la letra y escuchen sólo a su ginecólogo y, cuando llegue el momento, a su pediatra.
Y todavía más importante: Nunca permitan que el ruido externo silencie su instinto.
El instinto materno es una fórmula 1:1 que no falla.
Lo demás… dejarlo ir. Unfollow.
Cada mamá es un universo.
Cada bebé también.
Por eso querer meter todo en una misma bolsa es un error, querer decir “lo que tu bebé necesita” “este es el mejor tetero” “esta es la mejor opción para ti” no, no crean en tanta cosa… además se necesita muchísimo menos (materialmente) de lo que parece. Por eso tanta influenciadora haciendo listas de “must have” me parece chistoso. Ese es otro tema, pero lo que sí les digo es: somos extremadamente consumidoras de cosas extremadamente innecesarias.
Para mí, un chiquitín puede vivir muy bien su primer mes (y más) sin tanto. Pero para mí y coincido con la mayoría de las mujeres con quienes hablé lo que no se negocia son los brazos de los papás, skin to skin, el amor, el cuidado, acudir a su llanto, no hacer caso a creencias del pasado sin fundamento tipo “déjelo llorar” , la lactancia (tema que me sacó lágrimas y risas, ufff cero instintivo en mi caso y creo que en la mayoría también, tema que respeto demasiado, woooow para otro artículo), el sueño y descanso del bebé y papás. El resto… es añadidura.
Esto es sólo un pedacito de mi historia
Por favor, no se asusten las que no son mamás. No todo es difícil, no todo es oscuro. De hecho, la mayor parte de mis días (como el 95%) está llena de felicidad, gratitud y un amor que jamás imaginé. Pero esta parte (la parte vulnerable) también merece ser contada, porque para eso nació Must: para hablar de lo que no siempre se dice o postea…
Datos que acompañan (no que asustan):
¿Es normal sentir todo esto?
Sí. Muchísimo más de lo que imaginamos.
- Hasta el 80% de las mujeres vive baby blues.
- Entre el 15% y el 20% experimenta ansiedad posparto.
- La falta de sueño, el dolor, la presión social y la ausencia de red de apoyo lo agravan.
- El posparto es un periodo de vulnerabilidad neuroquímica real.
No estamos exagerando.
No estamos fallando.
Estamos transformándonos.
¿Baby blues o depresión posparto?
Baby blues (normal):
–Cambios bruscos de ánimo
– Llanto fácil
– Irritabilidad
– Mente en alerta
– Dificultad para dormir
– Sensación de miedo por el bebé
Depresión posparto (cuando sí necesitas ayuda):
– Tristeza profunda
– No disfrutar nada (ni al bebé)
– Cansancio incapacitante
– Culpa extrema
– Falta de apetito o atracones
– Desconexión del bebé
– Pensamientos de daño o inutilidad
– Empeora después de 2–3 semanas
En mi caso no experimenté depresión gracias a Dios, pero sí todo el baby blues. Y puedo decir que mejora (aunque sigue presente) con apoyo, desahogo y, en mi caso… escribiendo. También teniendo una opinión médica como mi ginecólogo y mi asesora doctora en lactancia que me validaron ese sube y baja haciéndome sentir “normal”.
Algo que creo que sucede pero puede cambiar es que la sociedad se prepara para el bebé, pero no tanto para la mamá y para entenderla sin misterio.
El primer mes (hablo específicamente de este tramo inicial, porque dicen que para criar un bebé se necesita una villa y yo creo que sí) el bebé tiene todo en sus papás.
Pero la mamá… la mamá necesita más contención que nunca.
Y les dejo un tip que jamás me voy a perder de aplicar con las que vengan después de mí:
Cuando le dices a una mamá “lo que necesites, aquí estoy”, no te va a pedir nada. No tiene cabeza. Le da pena. No sabe qué decir.
Así que lo mejor es actuar:
– Mandar almuerzo, una comida.
– Un Electrolit.
– Un Recharge.
– Agüita de coco.
– Una sopita.
– Un postre.
– Un mercado.
– Hacerles alguna vuelta urgente.
– Sacar a pasear los perros.
– Dejarles un café.
Esos detalles… son oro.
Los nuevos padres necesitan privacidad, conocer a su bebé y que su bebé los conozca a ellos.
Necesitan entender su nueva dinámica de pareja que ha dado un giro brutal, silenciar un poco el mundo que sigue a mil, necesitan tiempo…
Después de todo esto que he escrito durante todos estos días en medio de toda la montaña rusa interior, tengo también una reflexión adicional que me atraviesa
¿En qué momento nos hicieron creer que la maternidad “no tenía por qué cambiarnos”?
No sé quién inventó eso, pero para mí no es cierto. ¿En qué parte del empoderamiento femenino esto se volvió un must…? 😥
Una mujer cambia desde el segundo en que ve el positivo. Ahí empieza todo.
Y no, nunca más serás la misma.
Pero porque ahora eres más sensible, más valiente, más intuitiva, más atenta, más tú.
Tu círculo cambia contigo, para bien y para mal, y está perfecto.
Tus sueños no se apagan: se potencian.
Tus ambiciones se transforman para priorizar a tu bebé.
Tu familia se convierte en tu mayor sustento.
Se desbloquean muchas cosas de tu infancia, de tus relaciones y de tu interior.
Tu manera de ver el mundo se transforma para siempre.
Confirmen.
Aprendamos a acompañar, evitemos frases que invalidan como “pero era lo que querías”, “yo tuve tres y no me quejé” o “no llores que el bebé siente todo”. Muchísimo menos esperes, o le insinúes, que su cuerpo “debería” verse de cierta manera, o que tiene que verse regia en tiempo récord, como si no hubiera pasado por una transformación física gigante, y no me refiero únicamente a los kilos extra. Eso no ayuda; sólo suma culpa. En vez de comparar, corregir o minimizar, escuchemos con atención, validemos lo que siente y recordemos con amor que no tiene que estar bien todo el tiempo. Acompañar es sostener, no exigir.
Para terminar y cerrar este texto tan íntimo pero que quería compartirles como siempre con demasiado respeto y amor, no cierro sin incluir lo más importante en mi día de hoy que es mi ritual de agradecimiento de los 40 días
A Dios, por todo, por siempre y por todos.
Por mi bebé precioso y sano.
Por ser mi refugio seguro.
Por poner claridad en mi mente cuando no me siento tan bien. Tanto amor conmigo es más de lo que puedo pedir.
Al mono, gracias por ser mi apoyo incondicional.
Gracias por no minimizar mis emociones, por no usar la palabra “hormonal” como sentencia.
Por entender que esto es un proceso profundo que yo decidí sentir sin esconder nada. Por tener paciencia aunque sea agobiante y agotador verme en una posición desconocida por los dos.
Gracias por tus madrugadas conmigo y por las charlas interminables, por investigar para el bienestar de nuestro bebé, por tus silencios compasivos, por sostenerme sin juicio.
Gracias por ser el mejor papá que Tomás pudo elegir. Verte en este rol me confirma que Dios me premió y que sus promesas nunca son en vano.
A mi mamá, gracias por aguantar mis cambios de humor, por tolerar mis manías, mi rigidez con el orden y cosas que al final del día no son tan importantes. Gracias mami por abrazarme, por encontrar en tus propios nervios las acciones para poder estar plenamente atendidos, por entrar conmigo a este túnel sin preguntas.
Por tanto consentimiento, por hacernos confort food. Por esto y mucho más. Siempre recordaré esos días confusos pero amorosos con mucha gratitud.
A mis hermanas: gracias por darme tranquilidad y paz, por interesarse en mi proceso, por ayudarme como siempre, por consentirme y por ser tan especiales con los tres. Las amo.
A mis suegros y cuñados: gracias por amar tanto a Tomás desde el primer día y por darnos seguridad y apoyo en todo momento.
A toda la familia a larga distancia que nos han mostrado su amor infinito.
Y a mis amigas… qué regalo tan grande. Las que ya habían pasado por esto me han sostenido con una red impresionante. Y las que no, han sido igual de esenciales: presentes, amorosas, pendientes.
Hoy, 40 días después, puedo decirlo con total certeza:
Estoy distinta… pero estoy más yo que nunca.
Si llegaron hasta aquí… gracias por leerme. Compartan su historia que amo leerlas. Si quieren que les cuente la parte preciosa del parto, mi recuperación, los primeros días, la lactancia, la magia completa de este camino, me cuentan.
Las leo.






Volver a recordar esos primeros 40 días con Bjorn, leyendo tu blog me hacen sentir que puedo con todo!
Después de no sentirme yo por tal vez dos meses, pero absolutamente perdida en el primer mes, estoy de acuerdo contigo, uno no se reconoce porque es otra mujer la que nace con ellos, y la que conocíamos ni por las curvas se asoma.
Me gusto mucho tu post, es muy cierto lo que dices y me pareció chévere que pusieran cuales son los «síntomas» más comunes entre baby blues y depresión posparto, porque sé que aún hay mujeres que no tienen ni idea, también a cerca de que lo agrava, que en mi caso lo fue, no tener red de apoyo, estar lejos de mi mamá, no saber nada y estar encerrados por la pandemia , pero aquí estoy, dándome palmaditas en la espalda porque lo hemos podido criar a nuestro gusto, sin opiniones de afuera, y cuando llegaron yo ya sabía que responder sin temor a que me criticaran más.
Divina Jessi ❤️🐣❤️ amo poder leerlas y saber que estas realidades las compartimos muchas, solamente falta abrirnos más y mostrar a quienes comiencen este camino que si llegaran a pasar por esto es absolutamente normal y hay una red de apoyo en quien refugiarse, tal y como esta o estos espacios que si necesitamos.
Wow Lina! Eres increíble… acabé de leer y me deja el ojo aguado! Primero que todo felices 40 días como madre… segundo en mi maternidad de 9 y 3 años… leo e identifico muchas cosas de mi proceso y que bueno que se escriba esto, que bueno que estos artículos aterricen el inicio de la maternidad porque sé que muchas madres al leerlo se van a identificar y sentir menos solas… en mi primer embarazo, no tenía muchas amigas en maternidad y eso hace falta pero cuando se encuentra uno con artículos como estos, yo creo que uno logra sentirse muy acompañado. Tanto que decir de la maternidad y de todo lo que trae… gracias por este artículo tan espectacular, quisiera comentar cada parte de tu artículo.
Ay gracias por ese comentario tan lindo, es tan valioso leerlas porque entonces ha valido la pena compartir mi experiencia íntima con ustedes. Gracias por tus lindas palabras y por compartir tu sabiduría teniendo esos dos chiquitines preciosos.
Lina hermosa! Qué es esto tan bello! Me devolví a mis dos post partos con mucho amor, respeto y admiración por mí con tus hermosas palabras. Gracias por ponerlo tan claro, tan empático, tan real. Eres una mamá hermosa y serás la heroína de Tomás por siempre. Como siempre, abrazos enormes de esta familia que sigue aprendiendo a ser feliz todos los días!
Son una familia divina, además inspiradora. Yo creo que uno se queda por siempre en el corazón con las personas que lo marcan en este proceso. Para mí tú eres una de ellas, tus palabras y consejos me tocaron desde el principio. Gracias por comentar 🩵🐣🩵
Amiga, leí tu texto y me tocó profundamente. Me llevó directo a mis dos pospartos… tan distintos, tan duros, tan hermosos, tan reales.
Me removiste recuerdos que casi nunca traigo de vuelta, quizá porque todavía duelen un poquito, pero también porque fueron etapas que me transformaron.
Gracias por escribir con tanta verdad y tanto amor. Gracias por poner en palabras lo que muchas veces callamos.
Te abrazo y te agradezco por recordarme lo fuerte que fuimos, lo fuerte que somos y lo fuerte que seguimos siendo. 🤍
Es tan bonito leerlas, admiro todo lo que son como mujeres ❤️ te quiero mucho gracias por ser generosa y bonita con el comentario. Gracias por compartir tu experiencia y por dejar ver que todas en diferente medida atravesamos este proceso.
Como mujer que hace poco también se convirtió en madre me identifico con muchas cosas de lo que viviste en tu postparto. En lo personal, lo mas duro y menos preparada estaba era pasar de un golpe del embarazo al bebé. 9 meses parecen largos pero no fueron suficientes para prepararme mentalmente a este gran acontecimiento, sobretodo con la vida moderna que acarrea muchas cosas rápidamente. Baby blues fue duro y un duelo a ese embarazo bello y especial, sobretodo por lo que dices postparto todo entorna al bebe y menos a la madre…
Te quiero mucho!!! Que lindo que hemos podido compartir esta etapa juntas, poder decir ayyyyyy siiii eso se siente así!!! Gracias por estar, por leer y compartir 🩵
Gracias por mostrar la maternidad sin máscaras ni filtros, como realmente es 🫶🏻
Hacen falta más espacios donde podamos hablar de la maternidad real sin romanizarla, es el reto más duro y más lindo que podemos vivir ✨
Siiiii se Romantiza porque es hermosaaaaa pero hay que mostrar también esta parte para que las que sientan esto similar puedan identificarse y saber que es normal 🩵🩵🩵 gracias por leer y comentar
Al borde de las lágrimas leyendo y concuerdo en muchas cosas contigo, pero más que nada en que nunca debemos juzgarnos, cada mamá, papá o familia hacen lo mejor que se acomode para ellos . Gracias por recordarme esos primeros 40 días desafiantes pero llenos de tanto amor. Para las mamás que eligen como yo una lactancia prolongada leí hace poco que el cuerpo sigue en postparto hasta que dejemos de lactar.
Wow! Toda la admiración del mundo ❤️ gracias 😻 por compartir es hermoso poder leerlas!!! Para delante con esa lactancia ❤️🩵❤️
Linis, leerla en estos primeros 40 días ha sido un abrazo al alma. Gracias por compartir su verdad con tanta dulzura, fuerza y transparencia. Desde mi lugar, desde mi anhelo profundo de ser mamá, sus palabras no solo inspiran: construyen.
A veces este camino hacia la maternidad es intenso y, sí, también muy frustrante. Pero cuando leo historias como la suya, cuando veo cómo la vida le regala este momento tan deseado, recuerdo que los procesos toman tiempo… y que cada paso es un recordatorio de que sí se puede, de que es posible, de que quienes soñamos con ser mamá también merecemos vivirlo.
Agradezco a la vida poder presenciar de cerquita su transformación, porque lejos de angustiarme, me llena de más ganas, más fe y más ilusión. Me pregunto cómo será mi propio día, cómo me sentiré, cómo me transformará… y me abrazo a esa esperanza.
Gracias por motivarnos a las que aún no somos mamás, pero llevamos ese sueño latiendo fuerte. Gracias por mostrarnos la belleza real del camino. La admiro, la celebro y me inspira profundamente.
Pronto llegará esa bendición. Pronto veré convertirse a mi amiga en esa mamá que sueña. Esto es muy retador pero es lo más divino también, solamente hay que mostrar que son muchas caras de una misma moneda y que están bien ❤️ posiblemente no le de nada de lo que yo conté! La amo y no deje de pedirle a Dios con fervor!
Que lindo lo que compartes, Lina!
Cada camino es único, pero compartir y escuchar nos ayuda a todas a romper expectativas sociales equivocadas.
Me gusta leerte y me emociona empezar a acompañar tu camino en ese nuevo mundo.
Gracias por estar ahí ❤️
Gracias por leerme
Gracias por comentar
Gracias ❤️❤️❤️❤️
Esas expectativas sociales no hacen más que generar incomodidad y peso innecesario. Vamos a intentar cambiar esto.
Tan real todo Linis!!
Mi experiencia (que está bien fresca) ha sido tan bella como retadora.
La soledad en la maternidad y más viviendo fuera de mi país para mí fue algo inesperado, una sensación de: tengo todooo lo que quiero a mi lado, pero por qué me siento tan sola??
Poco a poco se fue desvaneciendo este sentimiento pero hoy, un año después aún hay cambios en mi y mi alrededor que son difíciles pero que intento recibir con agradecimiento (cambios físicos, sociales, económicos, de pareja, etc)
La maternidad es un mundo que sigo descubriendo a pedazos, a golpes a veces, con llanto, risa, culpa.. pero con gratitud y la certeza de que lo estoy haciendo bien y que veo en mi hija cada día la gracia de Dios en mi vida y eso es todo para mí.
Lo está haciendo demasiado increíble y con el mejor resultado de todos que es ver a esa chiquita tan preciosa. Todo vale la pena no? Pero no por eso deja de existir la realidad paralela de todo lo que hemos hablado. Qué lindo poder leerlas y que compartan su realidad para que muchas personas puedan identificarse con cada una. La soledad es un gran tema y se equilibra solamente teniendo la certeza de que lo que uno hace por ellos es todo lo mejor que uno puede… lov u! Gracias por leer y por compartir ❤️
Lina, gracias por tan real y profundo relato de tus primeros 40’s post parto. Te agradezco mucho el hacerme revivir y recordar lo maravilloso que es dar vida, con sus subidas y bajadas de esa montaña rusa que la maternidad y la crianza. En medio de ser mamá, esposa, hija, ingeniera y otras tantas profesiones más, olvidaba en el día a día todo lo que fue iniciar este nuevo proceso y etapa de mi vida. Agradezco a Dios por permitirme vivirlo día a día y por poderlo leer y ver reflejado en tu escrito. Un fuerte abrazo!
Gracias por leer y por ser tan generosa de comentar 🩵 que hermoso es maternar y que bendición encontrar red de apoyo alrededor…❤️🐣🫰🏻❤️