Si no nos gusta algo, tenemos la opción de volver a elegir.
Hay dos rutas que nos llevan al cambio. Una es la de la reflexión, cuestionar nuestras acciones y como resultado querer cambiar, la otra es el dolor que es un motivador y generador de cambio increíble. Cambiar implica sacrificar muchas cosas, cuando nos transformamos pueden desaparecer amigos, trabajos, personas importantes, pero algo muy cierto es que también llega gente nueva y todo se acomoda de manera impresionante, para bien.
Este artículo trata sobre la incertidumbre, la seguridad, nuestras zonas de confort hirientes y el manejo de la ansiedad como consecuencia de estos aspectos.
No hay nada que genere más ansiedad que la incertidumbre, cuando he hablado con varias de ustedes que han tenido este tipo de episodios, siempre llegamos a la conclusión que el no saber cómo será mañana es nuestro primer detonante de preocupación a lo que yo siempre les digo: deberíamos vivir sacándole provecho a esta incertidumbre. Hay que fluir con ella, porque es el único aspecto intangible del ser humano que nos invita a vivir con plenitud y exigencia personal, la vida tan frágil que tenemos y que es ahora y aquí, cosa que nos hace valorar más a los demás y evolucionar, pues estamos invitados por la misma incertidumbre a vivir en nuestro 100% teniendo fijo solamente nuestro estado mortal.
Algunas están pasando diferentes situaciones que las hacen pensar en diversas alternativas de vida, soluciones y cambios. Lo cierto en todo esto, es que no hay nada que no se pueda ajustar con un cambio de mentalidad, obvio, no es fácil lograrlo se requiere de muchas horas de trabajo interno para hacerlo. El cambio en nuestras vidas lo desatan situaciones en las que nos enfrentamos no solamente a nosotras mismas sino a todo el millón de factores externos que creemos debemos contemplar antes de tomar decisiones con respecto a lo que debemos o queremos cambiar.
Hay un factor que nos ronda a muchas en la cabeza y es el tema de la admiración que generamos en los demás. Cómo nos ven, cómo perciben nuestra vida, a mí personalmente me costó trabajo desprenderme de esto para poder decidir empezar a vivir como yo realmente quería. Desde antes de graduarme de la universidad empecé a trabajar en un sector que marcaría mi rumbo laboral por varios años, como la mayoría de las personas, yo quería trabajar en una empresa en la que pudiera crecer y ser “jefe” algún día y ganar mucha plata, ese creo que es el sueño laboral más normal, sin embargo el mismo rumbo de mi vida, me fue llevando a pensar, porque las cosas no se me daban dentro de la empresa para la que ya había trabajado varios años, yo quería cosas que no se me iban a dar, que además de anhelar, merecía. Y ahí empecé a plantearme que yo realmente no soy tan corporativa o que estaba mal encaminada en el sector y área laboral. Me pasaba que aguantaba mi estadía en lugares que no me hacían feliz porque no quería “defraudar” o quedar mal ante mi familia, pareja, amigos, entorno en general.
Pasaron pocos pero suficientes años y trabajos distintos para poderme dar cuenta que necesitaba cambiar mi manera de ver las cosas y mi programación mental, ver el ejemplo de mi núcleo familiar donde corporativamente son exitosos me habría predispuesto a seguir un ejemplo, que no tiene nada de malo, al contrario todo de bueno, pero sencillamente no estaba en mí ADN.
Me considero buena trabajadora, soy una persona que me dedico con pasión a mi trabajo, me gusta trabajar, soy rápida aprendiendo, soy buena comercial, me gusta la gente. Hasta ahí todo bien, el problema es de adaptabilidad y propósito. En ese camino me di cuenta que a mí me mueven otras cosas, pero lo más importante es que entendí que debía quitarme algunos paradigmas e intentar con todas mis fuerzas tener la vida que soñaba en donde no estaban los cargos que tenía, ni los estándares de vida que se suponía debía tener, entendí que yo era la persona que más duro y más palo me daba y entendí que sólo evolucionamos si somos flexibles al cambio, pues cuanto más estricta era, menos me acoplaba al mundo, a mi mundo personal.
Con esto nunca llegué a la conclusión de no querer trabajar, ¡cero! al contrario mis motivaciones se vieron volcadas a buscar la forma de emplearme en algo que me apasionara mucho pero mucho o intentar hacer lo mío, algo que implicara trabajar por algo propio. Una decisión supremamente difícil porque era dejar algo “fijo” sin tener nada, pero hoy no me arrepiento ni un segundo. Quería escribir sobre esto porque algunas, muchas de ustedes, están en trabajos que no las hacen felices, gastan su día sentadas frente a un computador realizando actividades que no les suman o simplemente trabajan porque sí, por dinero, nada más allá de esto. Por supuesto hay otras que trabajan en unos cargos increíbles, son felices y muy buenas en lo que hacen, trabajan para empresas gigantes que valoran sus talentos, otras trabajan en empresas cheveres, ganan bien, están conformes.
Hoy escribo para las que saben que deben tomar decisiones, para las que se están enloqueciendo y no saben cómo encontrar la salida.
Bueno, pues yo no tengo la respuesta de cómo salir de ahí, pero sí sé que hay que reaccionar y accionar, hay que ser luchadoras, hay que tomar riesgos y ante todo hay que conocerse muy bien para no dudar un segundo que las decisiones tomadas fueron las acertadas. Siempre hay una opción, siempre se puede buscar otra alternativa, las cosas no llegan solas, hay que tomar las riendas de nuestras vidas.
El día que decidí renunciar porque quería apostarle a Must (y otras cositas que hago) no llegó de la noche a la mañana, yo sabía que debía hacerlo porque la vida misma me pesaba, odiaba levantarme para ir a una oficina donde me sentía encerrada y subvalorada (súper millennial pensarán algunas), las noches con mi almohada eran corticas porque no dormía pensando en que no quería que fuera el siguiente día, por supuesto terminé enfermándome y revaluando seriamente si los miedos me iban a ganar. Tras contar con el apoyo de mi esposo y mi familia, un día decidí cambiar mi vida, aceptar que no soy la persona que era antes, que mi manera de pensar es distinta y que estaba viviendo una vida que no era como la que yo envidiaría.
Después de muchos días de vivir por vivir, de trabajar porque si, de no cuestionarme nada abiertamente, opté por listar las cosas que me hacen feliz y empezar a hacerlas, un proceso que no compartí con nadie, era mi manera de entender qué rumbo quería tomar, cómo poder vivir de mis pasiones, cosa que para mí es calidad de vida. Y como saben dentro de esa lista, estaban la escritura y también el diseño.
Dos cosas para las que no me preparé formalmente, razón por la cual me generaba muchos temores, no ser excelente, no tener gente que leyera mis textos, no “pegar”, pero después de tantas vueltas, fueron esas cosas precisamente las que dejaron de pesarme, disfruto con mi vida escribir, para muchos o pocos, es algo que me apasiona, que literalmente me hace sonreír y soñar.
Lo que he logrado construir con ustedes, llegar a blogs grandes de otros países, ser tenida en cuenta para la publicación de la editorial española Hago Cosas, leer sus comentarios que me han nutrido muchísimo, todo esto ha sido de gran impacto para mí como persona, el enfrentar mi temor a la crítica, entender que este blog no es un producto consumible para todo el mundo, aceptar la realidad de no recibir apoyo de personas que lo esperaba, convivir con el hecho de que para personas que me importan mi blog puede ser «silly» o reflejar realidades que no quieren ser mostradas (o leídas), sentir que a veces no hay esa admiración. Todooooo eso hace parte del proceso de crecimiento y de madurez de mi proyecto, vivo con eso y ahora puedo decir que soy una persona feliz y plena, no por tenerlo todo, sino por estar construyéndolo desde mi perspectiva, desde mi mentalidad, lograr ser fiel a uno mismo es un reto al que estamos llamados para vivir en plenitud.
Ahora, el diseño. Amo.
Me encanta, no tengo conocimientos técnicos pero sí mucha inquietud, es algo que me gusta, lo disfruto, me hace feliz (anécdota tonta: uno de mis recuerdos más fuertes cuando era niña, era jugar con aguja, hilo y telas a hacer diseños, me gustaba dibujar vestidos y luego hacerlos a mano), eso hasta el día de hoy es algo que me gusta mucho, desde antes de que MUST fuera este espacio de libertad, de conversaciones sin tapujos, la marca estaba pensada para una línea de prendas hechas por mujeres colombianas ESPECTACULARES que me han ayudado a plasmar mis ideas en cosas que a ustedes les van a encantar, estoy segura, de eso les hablaré en unos días cuando esté todo listo.
Por toda esta historia y muchas cosas más les quería decir que si ustedes están pasando por esa incertidumbre no tengan miedo, si tienen ideas locas dando vueltas en la cabeza, no las descarten, arriésguense, no hay nada más triste que ver las ideas de uno en manos de otros que no tuvieron miedo.
Las admiro a todas. Son mujeres poderosas que cambian el mundo en cada palabra que dicen, cada gesto que tienen en la sociedad, ustedes todas son personas destacables y significan mucho para mi marca. Muchas gracias.
Les quiero dejar esta reflexión escrita por Una amiga cercana que me parece una realidad muy cercana para algunas y lejana para otras, ustedes me dirán:
Soy profesional en Ingeniería Ambiental y Sanitaria, especialista en Educación y Gestión Ambiental. En mis ya casi 6 años de haber obtenido mi título de pregrado, tan sólo he logrado acumular experiencia laboral de aproximadamente 3 años, es decir la mitad de mi tiempo como profesional ambiental he estado en cesantía laboral; este para mí es un panorama abrumador además lleno de incertidumbre porque ante la dificultad de una continuidad laboral, la planificación de una vida estable y la consecución de logros a distinto nivel, como adquirir vivienda propia, acceder a créditos bancarios, hacer estudios superiores como maestría, entre otros, se tornan realmente inciertos.
No me gusta ser presa de generalizaciones, pero revisando el panorama profesional en redes como LinkedIn, puedo ver que la dificultad para conseguir trabajo, así como la falta de estabilidad laboral, no es un tema exclusivo de mi profesión, sino que en general, profesionales de diversas áreas están enfrentando esta dificultad. A mi parecer, una de las razones de peso que están dificultando el acceso al trabajo, es la falta de sinergia entre las demandas del mercado laboral y los enfoques formativos de la academia, pues me he encontrado con ofertas laborales donde solicitan profesionales recién graduados con 1 o 2 años de experiencia laboral y considero que las universidades no tienen ajustados sus pénsum académicos para que esto pueda darse de esta forma; de hecho, en la universidad donde me formé, la opción de la practica o pasantía laboral fue retirada como opción de grado, en este sentido luego de 5 años de estar dedicada al estudio salí al mundo laboral llena de conocimientos, con ganas de trabajar y seguir mi camino formativo pero lastimosamente me he estrellado con una movida laboral que requiere algo completamente diferente, que es sencillamente gente con un título profesional en la mano que ya tenga experiencia laboral.
Bajo este panorama, mi ejercicio profesional se ha visto relativamente determinado y ajustado a las oportunidades laborales a las que he podido acceder, de modo que no he logrado unificar experiencia sobre un área en concreto y tampoco en el área en la que en algún momento me hubiese gustado desempeñarme, esto unido a la precarización en las condiciones de contratación como trabajar siempre con contratos OPS y con salarios poco acordes a la experiencia y formación adquiridos, han dificultado en lo personal una adaptación al mundo laboral y me ha generado un nivel de insatisfacción profundo, pues como lo mencioné al inicio de esta reflexión, de esta forma se hace muy difícil la consecución de logros a diferentes niveles pero más preocupante aún es el hecho de que se imposibilita la realización personal y profesional.
Yo siento que el mercado laboral en Colombia debe dar un giro radical, porque siento que en la medida que este se ha precarizado también se ha desestimado el valor de mantener en positivo los vínculos entre empleados y empresas, porque es que a estas ultimas se les ha olvidado que es precisamente gente, con vida y aspiraciones, la que lleva adelante sus funciones y procesos; y aquí radica otro de mis puntos de desencuentro porque siento que en las empresas se invierte demasiado poco en RR.HH. los empleados se han vuelto elementos descartables como cualquier otra cosa y no se reconoce la importancia de mantener un grupo de trabajo comprometido y fidelizado con la misión y visión de su empresa, para que así, en un ambiente constructivo se proyecte un desarrollo con visión de país y sociedad.
Con todo esto, mi actualidad como mujer profesional, esta en un proceso de reestructuración porque quisiera salirme de mi ámbito de formación y proyectarme en otro campo que me apasiona, la cocina, para generar una PYME en la que pueda proyectar justamente todo esos elementos que me hubiese gustado encontrar en los lugares donde llegué a trabajar y aunque se que este camino de emprender y volverse empresario no es fácil, quisiera sentir la satisfacción de quienes lleguen a cooperar conmigo logren ser personas felices y realizadas con su vida, su profesión y su trabajo.
Hola!
Hay mucha sabiduría en tus palabras y especialmente mucha coherencia en ti y en tu vida, siempre te he admirado por eso, ¡gracias por darnos ejemplo!
Justo ayer terminé de hacer un curso sobre cómo desbloquear la creatividad en Platzi, que esta completamente alineado con lo que escribes en esta entrada del blog. El curso en conclusión decía que todos estamos llenos de ideas y de sueños que se estancan por no actuar, y algunas recomendaciones para pasar justamente a la acción.
También me hizo – y me haces pensar que- Vamos a fracasar muchas veces porque normalmente estamos pensando en el resultado y no en el proceso… he aprendido contigo y con Must que lo más bonito puede ser el proceso, disfrutar de cada momento de investigación, de lectura, de hacer prototipos, de conversar sobre las ideas… a veces puede ser más valioso y exitoso que el resultado mismo.
Otra cosa que me haces pensar es que hay que poner deadlines, no para presionarnos, sino para empezar a hacer… la suma de hacer pequeñas cosas nos lleva al éxito.
Muy clave lo que dices de conectarnos con nuestra intuición, esencia y deseos, para que en cada momento de nuestros procesos podamos estar en sintonía con nosotros mismos – para evitar estar en piloto automático y vivir desde la gracia de ser uno y hacer por uno mismo. Pdta: siempre fiel a Must… ya quiero ver, comprar y disfrutar lo que estas preparando Mona!!!
Tamis: sí, la realidad laboral es como la pintas! Me tomo un gran atrevimiento y es recomendarte que abras tus brazos a la vida para que te llene de regalos, porque ahí están, la abundancia y la riqueza son ilimitados para todos… eso se hace soñando y luego aterrizando a etapas y actuando en pequeños pasos para los que debemos sacar tiempo! así vas construyéndolos. Cuenta conmigo en todo tu proceso… aca estoy, creyendo en ti y en que serás exitosa en todo lo que te propongas.
Hermoso! Son palabras sabias cada una de esas reflexiones, espero pronto Poder sorprenderlas para bien 💕
Perfectamente acordé a una situación que una amiga está viviendo y estoy segura que la va ayudar. Yo tambien elegí algo diferente como elección de vida y aveces uno necesita empujoncitos cómo estos para dar ese gran paso, gracias por cada una de tus palabras!
Gracias Eri! Así es, uno necesita tener claro qué lo hace feliz y perseguirlo creo que ese es el inicio de la tan anhelada “felicidad” dile a tu amiga que siga el blog seguramente en algo puede servirle. Gracias por leer por comentar por compartir!
Nunca te rindes!, por eso te admiro montones 🙂
Yo más a ti! Tú me inspiras ❤️
Definitivamente arriesgarse a un cambio es para valientes y leer este artículo nos puede ayudar a tomar decisiones que nos acobardan hace mucho tiempo.
Gracias Linis, espero no tener miedo nunca para arriesgarme a hacer las cosas que me apasionan.
Así es Lau, todavía tienes mucho camino por delante para saber elegir! Gracias por leer y por comentar ojalá los tenis queden en tus manos!!!
Para mi usted es un ejemplo muy claro a seguir, ya se lo he dicho, pero lo repito: me siento muy orgullosa de todo lo que está haciendo y sé que vienen cosas aún más grandes.
Mi vida, lo que estoy viviendo en este momento es tal vez el riesgo más grande que he tomado, a veces con ganas de dejar todo, con días buenos y días malos, pero siempre sale el sol para todos. Sé que no soy lo que la mayoría de mi familia y amigos una vez pensaron, pero estoy en búsqueda de mi paz y mi felicidad, y ese precisamente debería ser nuestro mayor objetivo.
Cada día es una nueva oportunidad que nos da la vida para ir detrás de aquello que por más loco o tonto que creamos que sea, puede ser ese empujón que necesitamos para saber realmente quienes somos y qué queremos.
Yo admiro mucho a las personas que se atreven por consiguiente a usted! Todos los días son nuevas oportunidades de reiniciar y de romperla! Solo cosas hermosas le esperan por luchar como guerrera y ser fiel a usted misma siempre! Ojalá los tenis queden en tab buenas manos!
“ Hoy escribo para las que saben que deben tomar decisiones, para las que se están enloqueciendo y no saben cómo encontrar la salida.” Me encantó esta frase porque recientemente tomé una de las decisiones más difíciles de los últimos 9 años de mi vida; renuncié a un empleo estable, porque era un ciclo que debía cerrar y porque debía decirle adiós a mi zona de comfort, porque nada crece allí. Hoy soy la más feliz de haber asumido el reto de ser independiente y vivir feliz con lo que sí tengo, y en una busqueda feliz de lo que si quiero en mi vida de ahora en adelante. ¡Vamos por más! Excelente lectura.
Me alegra mucho leer este tipo de comentarios! Son de mucho crecimiento para mi, te deseo lo mejor de lo mejor en tu emprendimiento y que Dios bendiga tus finanzas, todo lo que se hace con amor y Fe se multiplica por miles!!!! Ojalá los tenis te queden y te los ganes!