#TalkingisaMust

Transformar la relación con nosotras mismas es una obligación personal y social.

Últimamente, hay muchas ideas rondando en mi mente. No había escrito en el blog por un tiempo, pero he estado escribiendo mucho en papel. Después de reflexionar bastante sobre estos temas, quiero compartir algunas cosas con ustedes y me encantaría que me contaran en los comentarios cómo están y qué piensan de lo que aquí vamos a hablar.

Estamos cada vez más atrapadas en un círculo vicioso donde el mundo nos exige lo mejor de nosotras constantemente. Lo que no solemos considerar con la seriedad que deberíamos es que olvidamos lo más importante: responsabilizarnos de cuidarnos a nosotras mismas.

Al conversar con muchas de ustedes, he llegado a la conclusión de que el autocuidado, aunque nos lo han vendido por generaciones como un lujo, es en realidad una necesidad fundamental para mantenernos cuerdas y equilibrar nuestro bienestar físico, mental y emocional.

Insisto en que, dentro del vasto espectro del autocuidado, el journaling (escritura reflexiva) es una herramienta poderosa para transformar la relación que tenemos con nosotras mismas, especialmente en lo que respecta a la autoestima, el manejo de traumas no resueltos e inseguridades. Es fascinante cómo, al comenzar a escribir, surgen temas que normalmente no contemplamos en el día a día debido a las prisas de lo cotidiano, pero que sin duda deberíamos explorar a fondo.

Este simple registro de pensamientos, donde plasmo ideas, se convierte en un espacio seguro donde, sin pretenderlo, emergen aspectos que ayudan a entender muchas cosas que son, a su vez, causas o consecuencias de mi propia historia. Es increíble explorar emociones que comúnmente reprimo o identificar patrones de comportamiento que a menudo me cuestiono.

Lo más importante es aprender a conocernos mejor.

Es clave permitir que nuestra voz interior salga a la luz, esa que muchas veces es silenciada por las demandas externas o por los miedos e inseguridades que todas tenemos, algunas manejadas, otras más grandes y algunas reprimidas, pero al final del día, todas están ahí.

Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychology, escribir sobre experiencias emocionales profundas ayuda a reducir la ansiedad y la depresión, además de mejorar la función inmunológica. Estos beneficios hacen del journaling una herramienta esencial para quienes buscamos mejorar la autoestima y gestionar traumas. Vale la pena intentarlo, se los aseguro.

Uno de los aspectos más poderosos de hacer este ejercicio es su capacidad para ayudarnos a descubrir traumas que no sabíamos que teníamos. Cargamos con heridas emocionales de la infancia o de experiencias pasadas que afectan nuestro amor propio y nuestras relaciones. En la mayoría de los casos, podemos vivir con ellas sin que nos impidan continuar, pero es clave reconocerlas e intentar sanar.

De verdad, esto es fundamental. En mi caso personal, he podido entender aspectos asociados a la percepción que tengo de mí misma, la relación que tengo con mi familia, los miedos y las inseguridades. Todo esto surge al escribir y plasmar preguntas, muchas de las cuales aún no tienen respuesta, pero el simple hecho de ser consciente de ellas es un gran paso.

Insisto en estos temas porque, como siempre digo, si cada una de nosotras se encargara de reconocer y sanar su propia realidad, el mundo sería otro. No habría tantos resentimientos ni tanta desolación. Estoy segura de que un mundo con responsabilidad afectiva propia podría marcar la diferencia en muchos sentidos.

Entender de dónde venimos, por qué actuamos como lo hacemos, por qué sentimos de determinada manera, quiénes son nuestros ancestros y qué traumas enfrentaron, cómo vivieron y cómo murieron. ¿Conocieron el amor? ¿Fueron violentados, abusados o maltratados? ¿Pasaron necesidades? Conocer este tipo de cosas va a trazar una ruta para que las nuevas generaciones podamos romper ciclos, tradiciones dañinas, afectos indeseados, etc.

Algo tan sencillo que no revisamos comúnmente, es el increíble el impacto de nuestras abuelas en nuestro presente, la relación con nuestro padre y la relación con el dinero, nuestra salud reproductiva y la relación con nuestra madre. Mejor dicho, es un todo. Una vez que uno se cuestiona, comienza un trayecto muy interesante de «pertenecer» ese belong to, tan poderoso para los seres humanos.

Hemos crecido en familias donde muchas veces no se abordan las diferencias; los problemas no se conversan, sino que simplemente hacemos como si no pasara nada. Pero el rencor, en muchos casos, crece como espuma, contrarrestado con el amor infinito que tenemos por los nuestros, que muchas veces son las causas de nuestros profundos malestares. Entonces, ¿es importante abarcar este tipo de camino? Desde mi punto de vista, no solo es importante, es vital para crecer como seres humanos que se responsabilizan por crear mejores entornos.

Me siento orgullosa de nuestra generación, de las más jóvenes y de las que vienen, porque sin duda nos hemos preocupado (tal vez mucho, pero es mejor que ignorar) por todos estos temas de comprensión de las emociones y de la relación que todo tiene en cómo interactuamos con el mundo. Por eso mismo, cómo nuestras propias carencias, si no son tratadas y atendidas a tiempo, pueden afectar seriamente nuestras relaciones más íntimas. Es por esto que es tan importante.

Les pongo el ejemplo de la situación de abandono que muchas de nosotras sentimos al no tener una figura paterna presente. Esto no necesariamente nos impide vivir normalmente, pero si empezamos a analizar algunos de nuestros comportamientos, tal vez los no tan positivos estén directamente relacionados con este trasfondo. La manera en que muchas, sin darse cuenta, buscan protección en sus parejas, control sobre las mismas, dependencia excesiva, etc., todo esto es el resultado de no tratar de entender la historia detrás.

¿Realizan ustedes alguna actividad para este fin? Me refiero a este proceso de entendimiento y responsabilidad. ¡Cuéntenme, que me encanta oírlas!

No me he encontrado con un trauma específico, pero sí con situaciones particulares que me gusta entender. Pero, ¿qué es un trauma?

Según la psicóloga y autora Judith Herman, se refiere a «una experiencia abrumadora de amenaza» que desorganiza las emociones y el pensamiento. Cuando estas experiencias no se procesan adecuadamente, pueden quedarse con nosotras, afectando nuestra capacidad para confiar, amar y valorarnos a nosotras mismas. Es tan significativo procesar esta información y encontrar la forma de comunicar y apoyarnos en nuestra red de apoyo. ¡Uf, temóooon!

En uno de los primeros artículos del blog, hablamos sobre las inseguridades y cómo estas son como sombras que se esconden en los rincones más profundos de nuestra mente. Decía que entre nosotras mismas somos capaces de engrandecernos las unas a las otras o de arruinarnos (Clic aquí para leerlo). Podemos, entre todas, afianzar la confianza de las demás sobre su apariencia, sus capacidades, sus éxitos, lo inspiradoras que son y su valor como personas.

Al escribir sobre estas inseguridades, es como darles un nombre y un rostro, lo que hace que sean manejables, o al menos, intentar desafiarlas.

Un estudio realizado por el National Institute of Mental Health indica que el journaling puede ser especialmente útil para personas con baja autoestima o aquellas que están atravesando momentos complejos. Ejemplo Must: la maternidad y sus desafíos, los cambios físicos y emocionales, la incertidumbre laboral, la infidelidad, problemas de pareja, la relación con el dinero, obsesiones, adicciones, y la falta de socialización y amistades verdaderas, entre otros.

Frente a todo esto que enfrentamos, esta herramienta de escritura facilita la autoafirmación y el desarrollo de una narrativa personal más positiva. No sucede en la primera vez, pero una vez que se vuelve un hábito, se ven los cambios. Aclaro que esto no reemplaza la terapia ni la ayuda adecuada de profesionales; es solo un mecanismo dentro del proceso.

Les recomiendo comenzar escribiendo afirmaciones diarias sencillas, como por ejemplo: «Soy suficiente tal y como soy» o «Merezco amor y respeto». Puede ser un primer paso, aunque seamos escépticas ante este tipo de cosas, es impresionante el poder de nuestra palabra para todo. El poder de la atracción es enorme. No lo comparo con el poder de la oración, que para mí es sublime e incomparable, pero está asociado a la fe, y ahí entraríamos en otro tema. Este ejercicio de poner la mente en positivo es revelador.

¿Practican alguna meditación de atracción o algo similar?

Aunque el journaling es una práctica muy personal, es también el punto de partida para poder hablar con otros. A menudo, mis inseguridades parecen más abrumadoras cuando las guardo solo para mí, y me cuesta un montón desnudar mis temores. Hablar sobre las emociones, especialmente aquellas que surgen de traumas o inseguridades, puede ser aterrador, pero debo decir que ya no tanto como antes.

He confirmado que este es un paso crucial hacia la sanación. Les recomiendo comenzar a compartir con alguien de confianza, ya sea su mejor amiga o alguien que les inspire admiración. No necesariamente uno quiere hablar de todos los temas con todas las personas. Hay cosas que uno no quiere contarle a alguien determinado, pero siempre se puede aliviar la carga emocional con la persona indicada.

Díganme si no es genial poder crear un espacio para la empatía y el apoyo mutuo, ¿no?

El psicólogo James Pennebaker, pionero en la investigación sobre la escritura expresiva, ha demostrado que el journaling no solo ayuda a reducir el estrés, sino que también mejora nuestra salud mental y física. Y es tan liberador.

Yo sé que puede ser retador comenzar este proceso, pero pueden empezar de una manera sencilla, lo primero es encontrar el momento, 10 minutos diarios son suficientes, luego no pensar tanto y escribir lo que quieran, no tenemos que estructurar nada elaborado, solo pensamientos, es clave dejar que estos fluyan, no importa la gramática o la estructura. Recuerden que es un ejercicio para nosotras mismas, no para el mundo exterior.

Y claro como en todo, lo más importante es la constancia, incluso si no escriben todos los días, tratar de hacerlo con regularidad para crear y mantener el hábito. Yo recomiendo revisar lo que escriben de vez en cuando, así uno va identificando patrones y reflexionando sobre cómo vamos cambiando.

Les quiero dejar estas recomendaciones de lectura que me han ido haciendo algunas de ustedes, y que dejen en los comentarios más recomendaciones y si los tienen en físico que nos los prestemos 🙂

1. «El Cuerpo Lleva la Cuenta» de Bessel van der Kolk
2. “Los Seis Pilares de la Autoestima” de Nathaniel Branden
3. “Journal to the Self: Twenty-Two Paths to Personal Growth – Open the Door to Self-Understanding by Writing, Reading, and Creating a Journal of Your Life” Kathleen Adams
4. «Los Cinco Lenguajes del Amor» de Gary Chapman
5. «Cómo Sanar tu Historia Familiar: 5 Pasos Para Liberarte de los Patrones Destructivos» de Rebecca Linder Hintze

¿Han leído alguno de estos?

Compartan conmigo si ya están haciendo journaling, qué consejos tienen para las demás, dónde lo hacen.  Cuña: estén pendientes porque estoy construyendo el Journal, agenda, planner del 2025 para pedirlo con tiempo, no se imaginan lo espectacular que está quedando.

No olviden que esto es más que una simple actividad; es un viaje de autodescubrimiento y sanación. A través de la escritura, podemos enfrentar nuestras inseguridades, procesar nuestros traumas y construir una autoestima por lo menos realista, ya que estamos sumidas en un mundo de pantallas donde la realidad está muy alejada. Al hacer del journaling una parte regular de nuestras vidas, abrimos la puerta a una relación más saludable y amorosa con nosotras mismas y como consecuencia con los demás.

Por favor dispongan de este contenido, compartan con sus amigos y familias, ayúdenme a crecer el blog, comenten, y denle un vistazo a la página que fue renovada.

Las leo y gracias como siempre por ser tan generosas y firmes con Must.