De esas noches en las que los ojos se cierran mientras la mente se abre, donde las vueltas en la cama se sincronizan con las ideas en nuestra cabeza, y como resultado soñamos, nos visualizamos en ese punto que quisiéramos estar y terminamos teniendo esos pensamientos que en un principio no tienen forma, pero sí que tienen fondo. De muchas noches así nace MUST, aprendí a soñar pero también a creer y cuando se cree se puede crear.